A las 15:11 horas del 22 de mayo de 1960 un violento sismo ocurrido a 25 kilómetros de profundidad se percibió en gran parte de nuestro territorio, alcanzando una magnitud Mw 9.5 y una intensidad máxima grado X en la escala de Mercalli.
El terremoto de Valdivia es el evento sísmico de mayor magnitud registrado en el mundo desde que existe registro instrumental. La ruptura se extiende en un segmento de cerca de 1000 km de longitud de la interfaz de la subducción chilena (placas de Nazca-Sudamericana) con un deslizamiento promedio de 20 metros. Su extensión geográfica define lo que los expertos denominan el segmento Valdivia de la zona de subducción (aproximadamente desde -37° hasta -46° latitud).
De acuerdo a los estudios de Plafker y Savage (1970) -quienes presentan los cambios de elevación de la costa y en líneas de nivelación así como las pocas observaciones de deformaciones asociadas a este terremoto- y Cifuentes (1989) la extensión de la zona de ruptura abarca desde la Península de Arauco hasta la Península de Taitao. El desplazamiento promedio de la falla generadora del sismo alcanzó los 20 metros, con valores máximos de más de 40 metros (Barrientos y Ward, 1990).
La secuencia de terremotos se inicia con un sismo precursor el 21 de mayo a las 06:02 UTC en la Península de Arauco, que alcanzó una magnitud Mw 8.1, seguido de otro evento sísmico de magnitud 7.8, ocurrido en la misma zona tan solo 15 minutos antes del megaterremoto de Valdivia.
Durante el terremoto del 21 de mayo, la zona más afectada fue principalmente la actual región del Biobío con intensidades máximas de IX en el área epicentral, mientras que el área de daño asociada al terremoto de Valdivia Mw 9.5 comprende prácticamente toda la zona centro-sur del país, alcanzando intensidades de X grados en la escala de Mercalli en ciudades como Valdivia y Puerto Montt, lo que da cuenta de la gran diferencia entre estos dos grandes terremotos.
Hernán Olave, director de la radio Camilo Henríquez en su libro Horas de la tragedia o el cataclismo de Valdivia (1961) rememora que en el gran terremoto de Valdivia “El estruendo vino acompañado de un movimiento que iba ‘in crescendo’ hasta que culminó en un terrible remezón… en la misma forma se repitió durante cuatro minutos y medio. La gente no se podía tener en pie.”
Dada la magnitud del sismo de 1960, es muy poco probable que se genere otro similar en esta región en las próximas décadas. Se requieren de centenas de años para que se acumule desplazamiento equivalente a 40 metros. Sin embargo, es posible que sismos de magnitud 7.5 puedan ocurrir prácticamente en cualquier parte del país en cualquier momento.
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