
La actividad se realizó en la Casa Central de la Universidad de Chile e incluyó intervenciones urbanas, además de un coloquio abierto a la ciudadanía.
El 3 de marzo de 1985, a las 19:46 horas, un terremoto de magnitud 8.0 Mw sacudió la zona central de Chile. Con epicentro frente a las costas de Valparaíso (-33,02 latitud y 71,8 longitud) y una profundidad de 33 kilómetros, el sismo causó significativos daños materiales y la pérdida de aproximádamente 180 vidas.
A 40 años de aquel evento, el Centro Sismológico Nacional (CSN), junto con el Programa Riesgo Sísmico (PRS), SENAPRED y la Universidad de Chile, organizaron una actividad conmemorativa para abordar los pormenores del terremoto y reforzar los importantes aprendizajes que este tipo de eventos ha forjado para las nuevas generaciones.
A partir de las 7 de la mañana, los equipos de trabajo comenzaron con una intervención urbana en el frontis de la Casa Central de la Universidad de Chile, donde el equipo del CSN levantó un centro de monitoreo en base a un equipo Raspberry capaz de detectar los movimientos del lugar y generar ondas sísmicas; lo que fue acompañado por una recreación de terremotos significativos, como los de 1985, 2010 y 2015, entre otros, a cargo del camión sísmico de SENAPRED.
Posteriormente, en el Salón Dra. Eloísa Díaz de Casa Central, se dio paso a un coloquio titulado “A 40 años del terremoto de 1985: experiencias, aprendizajes y desafíos”. Actividad que buscó reflexionar sobre el impacto y legado de este importante evento, así como fortalecer la cultura de la prevención entre la ciudadanía.
Con la participación de Mario Pardo, sismólogo y académico de la Universidad de Chile; Rodolfo Saragoni, ingeniero estructural y docente de la Universidad de Chile; y Alicia Cebrián, directora de SENAPRED, este coloquio repasó los pormenores del terremoto de 1985, pero sin dejar de lado la importancia de los aprendizajes adquiridos y su potencial para el desarrollo de la sismología e ingeniería sismo-resistente en años posteriores.
“Este terremoto destacó porque en ese momento había muchos instrumentos instalados en terreno. Teníamos más de 30 acelerógrafos y una docena de sismógrafos en la zona, lo que nos permitió localizarlo bastante bien, no entre 5 y 20 minutos como se hace ahora en el CSN, pero sí en las horas posteriores”, señaló Mario Pardo, quien para el año 85 se encontraba a cargo del Servicio Sismológico de la Universidad de Chile.
“Todo esto marcó un hito histórico dentro de la ingeniería chilena dado que toda la ingeniería estructural y las normas posteriores al 85 fueron hechas en función de estos registros”, añadió.
Por su parte, Alicia Cebrián, Directora Nacional de SENAPRED, destacó la importancia de fomentar espacios de reflexión en torno a este tipo de eventos. “Es sumamente relevante hacer memoria sobre los desastres que nos han hecho crecer institucionalmente, como también reflexionar sobre cuán preparados estamos para una próxima situación de emergencia. Estos espacios de memoria nos permiten fortalecer esta cultura preventiva que es tan necesaria en nuestro país”.
El coloquio sobre el terremoto de 1985 contó con una numerosa participación y reafirmó el compromiso de la academia y la institucionalidad por relevar los aprendizajes de este tipo de eventos que, según sabemos gracias al trabajo y desarrollo de la sismología en Chile, podrían ocurrir en cualquier momento.
La moderación del coloquio “A 40 años del terremoto de 1985: experiencias, aprendizajes y desafíos” estuvo a cargo de María Constanza Flores, geofísica del CSN; y las palabras de bienvenida fueron entregadas por el profesor Jaime Campos, director del PRS.