Observaciones tras el Terremoto de Illapel 2015


El día 16 de septiembre de 2015 a las 19:54 hrs. ocurrió un sismo de magnitud 8.4 (Mw) frente a las costas de la Región de Coquimbo. El hipocentro se ubicó a 37 km al noroeste de Los Vilos y también a 37 km al suroeste de la localidad de Canela Baja, con coordenadas 71.741°W y 31.637°S a una profundidad de 23 km, según reporta el Centro Sismológico Nacional.

La zona de ruptura, en la que se originan las ondas sísmicas, se puede entender como una región aproximada a una superficie en el contacto entre la placa de Nazca y la placa Sudamericana donde la primera se desliza bajo la segunda causando el terremoto. La ruptura se inicia en el hipocentro y se extiende por alrededor de unos 200 km entre Punta Lengua de Vaca (extremo norte de la Península de Talinay) por el norte y aproximadamente Los Vilos por el sur.

Este terremoto es el tercero de mayor magnitud desde el 22 de mayo de 1960, superando en tamaño a aquel ocurrido frente a las costas de Pisagua-Iquique el 1 de abril de 2014. En esta región han ocurrido sismos de este mismo tipo con anterioridad, tal como lo fue el terremoto del 6 de abril de 1943, cuya magnitud alcanzó a 8¼, y el de 1880 cuya magnitud se estima en alrededor de 7½ a 7¾ (Lomnitz, 2004; página web CSN).

Duración del Terremoto

El deslizamiento de la placa de Nazca bajo la placa Sudamericana -que origina el terremoto- no ocurre simultáneamente en toda la superficie de ruptura. La ruptura se propaga desde el hipocentro hacia los extremos con una velocidad del orden de 2 a 3 km/s, de modo que para propagar una ruptura de 200 km, como la que se estima para este sismo, se requiere alrededor de 60 a 100 segundos.

Réplicas

La mayoría de los sismos de gran magnitud -que ocurren en el contacto entre placas- tienen asociado un número importante de réplicas. Estas corresponden a sismos de menor tamaño que suceden con posterioridad al terremoto principal en la vecindad de la zona de ruptura asociada al sismo principal. Las réplicas ocurren con mayor frecuencia en los períodos más cercanos al sismo principal y –en general- el número de ellas disminuye a medida que transcurre el tiempo. Este decaimiento se ve alterado cuando ocurre una réplica de mayor tamaño, la que también lleva asociadas sus propias réplicas de carácter secundario. Durante este período es esperable la ocurrencia de sismos que incluso sean perceptibles por la población.

Algunas series de réplicas duran largo tiempo, pueden incluso superar varios años cuando se trata de grandes terremotos como el 9.2 Mw de Alaska en 1964, o el 9.5 Mw de Chile en 1960. La zona definida por los epicentros de las réplicas se denomina “área de réplicas”, y sus dimensiones son una indicación del tamaño de la ruptura asociada al terremoto principal, esto ocurre especialmente con las “réplicas tempranas”, que es como se le llama a las réplicas ocurridas de uno a tres días después del evento.

Durante los primeros 30 días inmediatamente posteriores a la ocurrencia del sismo principal -el 16 de septiembre de 2015- el CSN ha localizado más de 1400 réplicas, al cabo de dos meses este número supera los 2000. De éstas, la mayor ha alcanzado una magnitud de 7.6.

Algunas preguntas

¿Qué es un terremoto?

Un terremoto es una manifestación de la súbita liberación de energía durante el proceso de ruptura en el que se activa una falla geológica. A partir de cada punto donde ocurre la ruptura se generan ondas sísmicas que se propagan en todas direcciones con diferentes velocidades. El terremoto se percibe cuando estas ondas transitan bajo el observador.

Aunque todavía existen controversias sobre los procesos asociados a terremotos de profundidades mayores a 50 km, éstos se comportan como si fuesen generados por fallas. En Chile, los terremotos más conocidos son los de subducción, relacionados con la convergencia de la placa de Nazca bajo la placa Sudamericana.

El desplazamiento de la placa de Nazca bajo la placa Sudamericana –que alcanza a varios metros en cada terremoto- no es continuo ni estable en el tiempo, se produce a saltos en eventos que duran pocos segundos. A modo de simplificación, se puede considerar que este desplazamiento debiese ser equivalente al producto de la tasa de convergencia –del orden de 6.5 cm/año- por el tiempo transcurrido desde el último terremoto que ha afectado a esa región. Así, en un primera aproximación, en una región donde el último terremoto ocurrió hace 120 años, se esperaría que el desplazamiento máximo fuese del orden de 6.5 cm/año x 120 años, equivalente a un poco menos de 8 metros.

En Chile, además de los sismos propiamente de subducción, es decir aquellos que ocurren en el contacto entre las placas subductante y cabalgante (combinaciones Nazca /Sudamérica y Antártica/Sudamérica) existen también terremotos intraplaca, es decir al interior de cada una de las placas debido a la deformación interna de éstas y también al transporte de fluidos, como es el caso del volcanismo.

¿Se puede pronosticar un terremoto?

No existe ninguna metodología aceptada en el ambiente científico que tenga la capacidad de predecir exitosamente terremotos. Se entiende como predicción de terremotos el poder establecer –bajo incertidumbres acotadas- con anticipación a la fecha de ocurrencia, el tamaño (magnitud) y la localización de un sismo.

Basado en el comportamiento sísmico anterior de una región, algunos estudios proponen asignar probabilidades de ocurrencia de terremotos en ciertos lapsos. Por otra parte, es posible estudiar las diferentes regiones de Chile con el objeto de abordar los temas relacionados al peligro de terremotos y el riesgo que éstos conllevan. Por ejemplo, se sabe que a lo largo de Chile, la convergencia de placas tectónicas genera terremotos con cierta regularidad y que existen fallas geológicas capaces de generar terremotos. El avance en el conocimiento permitirá evaluar escenarios más probables para evitar desastres.

¿Por qué la Tierra sigue temblando y sentimos réplicas? ¿Cuánto tiempo se extienden las réplicas?

Una réplica es un sismo de menor magnitud que se produce en la misma región en donde ocurrió un terremoto, generalmente a una distancia entre 1 a 2 veces el largo de la ruptura. Estos temblores son una consecuencia del reacomodo de la corteza debido al desplazamiento que produjo el terremoto. Existen varios casos de actividad sísmica que precede la ocurrencia de terremotos. A lo largo de la historia de Chile, de los más de 45 terremotos que se han documentado, solamente un sismo de magnitud significativa ha sido seguido por otro de mayor magnitud. Esto ocurrió el 21 y 22 de mayo de 1960, cuando un sismo de magnitud del orden de 8 fue seguido -33 horas más tarde- por otro de magnitud 9.5; la zona de ruptura del primero de ellos se situó bajo la Península de Arauco y la del segundo se extendió hasta la Península de Taitao, cerca de 900 km al sur de la primera. Ambas zonas de ruptura no se superpusieron.

Una réplica siempre es de menor magnitud que el sismo principal y solamente en contadas ocasiones un sismo de magnitud importante será seguido por un sismo de magnitud aún mayor.

¿Podría ocurrir otro terremoto luego del de 2015 (a corto plazo)?

Este gran terremoto (Mw=8.4) ha permitido liberar la mayor parte de la energía acumulada entre Punta Lengua de Vaca y Los Vilos, por lo tanto, la ocurrencia de un terremoto de subducción como el del 16 de septiembre de 2015, en esa misma zona, es altamente improbable durante las próximas décadas.

Sin embargo, han transcurrido varias décadas desde la ocurrencia de sismos de importancia tanto hacia el norte de Punta Lengua de Vaca como hacia el sur de Los Vilos. Hacia el norte de Punta Lengua de Vaca, el terremoto de Atacama, ocurrido en 1922, se considera como el último terremoto significativo (M=8½, Beck et al, 1998), éste activó la ruptura desde el sur de Huasco hasta las cercanías de Chañaral por el norte. Hacia el sur de la localidad de Los Vilos, los últimos terremotos subductivos de importancia han sido los de julio de 1971 y marzo de 1985, ambos activaron zonas distintas a lo largo del margen de subducción.

Dados los tiempos de recurrencia de sismos observados en otras zonas del país y el tiempo transcurrido desde la ocurrencia del último sismo significativo en la región ubicada hacia el norte de la zona de ruptura del terremoto de septiembre se le considera como una laguna o brecha sísmica. Este mismo concepto se aplicará en el futuro a la zona ubicada hacia el sur de Los Vilos ya que han transcurrido más de 30 años desde el último sismo significativo en esta región.

Otras zonas que puede ser consideradas como brechas sísmicas están ubicadas en la zona norte, desde Ilo en Perú hasta Cuya (región de Arica y Parinacota), la mayor parte de esta región no se ha activado desde 1868. La segunda se encuentra hacia el sur de la ruptura que produjo el terremoto de Iquique en 2014 hasta Tocopilla o la península de Mejillones, dependiendo de cómo uno considere el sismo de Tocopilla en 2007, esta región no se ha activado desde 1877.

Sin embargo, un sismo capaz de causar daños importantes puede ocurrir en cualquier momento prácticamente en cualquier parte del país, por ello es importante que todos los habitantes de Chile estemos preparados para reaccionar de buena forma ante un evento sísmico.

Sergio Barrientos                                                                                                                                                             Director CSN

- Aquí puedes revisar el Informe Técnico Terremoto de Illapel 2015 completo.