Red GPS


Los receptores GNSS (GPS, Glonass, Galileo) son instrumentos cuyo funcionamiento se basa en el sistema de posicionamiento satelital. Son capaces de medir la posición de un lugar varias veces por segundo con una precisión que, dependiendo del método que se utilice, fluctúa entre milímetros y unos pocos centímetros. Con ellos es posible calcular desplazamientos del terreno en una amplia escala temporal y espacial, obteniendo registros de desplazamientos permanentes y de movimiento producido por el paso de ondas sísmicas provenientes de grandes terremotos. A diferencia de los sismómetros, los instrumentos de posicionamiento satelital no poseen nivel de saturación.

Otra ventaja del uso de estos instrumentos es que se obtiene directamente el desplazamiento, mientras que al utilizar sismómetros o acelerómetros se debe integrar la señal una o dos veces respectivamente. Esta integración introduce artefactos indeseados, que por ejemplo impiden determinar apropiadamente el desplazamiento estático generado por un sismo. Dispuestos en una red suficientemente densa, y cercanos a las zonas sismogénicas, los GPS son especialmente útiles para estudiar el proceso y distribución espacial de la ruptura de terremotos de magnitud significativa. Por todos estos motivos, la tecnología GPS es un poderoso complemento al instrumental sismológico convencional.

Las primeras estaciones de posicionamiento satelital de la red en Chile -para seguimiento de deformaciones de la corteza- comenzaron a operar a principios de los años 90, gracias a la colaboración con organismos internacionales. Dentro de los próximos años se habrán instalado 130 instrumentos GPS adicionales, capaces de entregar la posición con una exactitud de pocos centímetros y un retardo de unos pocos segundos. Cuando esta red esté operativa se podrá mejorar sustancialmente la calidad y cantidad de información útil para la alerta temprana de tsunami.