Investigación plantea reactivación de la sismicidad en la zona afectada por el terremoto de 1960


El estudio, publicado en la revista Geophysical Research Letters, analiza el terremoto de Chiloé, ocurrido a fines de 2016, considerándolo la primera evidencia de que la fase post-sísmica del terremoto de 1960 terminó. La investigación contó con datos y la participación de integrantes del Centro Sismológico Nacional (CSN), y fue dirigido por el académico del Depto. de Geofísica de la U. de Chile, Prof. Sergio Ruiz.

El trabajo titulado “Reawakening of large earthquakes in south central Chile: The 2016 Mw 7.6 Chiloé event“, se abocó al estudio del sismo magnitud 7.6 del 25 de diciembre de 2016 en Chiloé, que ocurrió al interior de la zona de ruptura que produjo el terremoto 9.5 Mw de 1960 en Valdivia. Para ello Sergio Ruiz, junto a un grupo de colaboradores, entre ellos integrantes del Centro Sismológico Nacional, analizaron los datos recopilados por el CSN para comprender de mejor forma el evento y responder a la pregunta de por qué ocurrió un terremoto de esas características en una zona donde hace varias décadas no se registraban terremotos de esa magnitud porque se entendía que se encontraba en una fase post-sísmica. Fase que se presenta a continuación de un gran movimiento y que se caracteriza por tener inicialmente un periodo de réplicas mientras las placas se siguen acomodando, las que luego disminuyen para volverse principalmente asísmico, por lo que no es común que ocurran terremotos.

“Dentro de dicho contexto ocurrió el terremoto de Chiloé, y una vez que analizamos los datos planteamos que ese evento corresponde a la primera evidencia clara de que la fase post-sísmica del terremoto de 1960 terminó abruptamente el año 2010, una vez que ocurrió el terremoto del Maule. Esto debido a que ese terremoto generó un cambio de estrés en su entorno. En particular en la zona sur que corresponde al terremoto de 1960. Eso significa que toda la zona sur del país, que va desde Concepción hasta la península de Taitao, entra en una nueva fase, la fase inter-sísmica en la que comienza nuevamente a haber actividad sísmica como en otras partes del país. Esto significa que podemos esperar que ocurran más terremotos como el de Chiloé de magnitud 7 u 8, dentro de las próximas décadas. No así uno magnitud 9 como el de Valdivia, que tiene un periodo de retorno de 300 a 400 años.”, explica el profesor Sergio Ruiz.

Entre los colaboradores de esta investigación está Juan Carlos Baez, Jefe de Geodesia del CSN, quien explica que “después del terremoto del Maule 8.8 Mw en 2010, pudimos observar un cambio en la tendencia usual de la velocidad en las series de tiempo de las estaciones GPS ubicadas fuera de la zona de ruptura de este gran terremoto, la cual tuvo un aumento significativo. Creemos que este efecto facilita la ocurrencia del terremoto de Illapel 2015, por el lado norte de la zona de ruptura del Maule y, el terremoto de Chiloé 2016 al lado sur de la zona de ruptura del Maule. Además, implica una clara tendencia que indica el término del periodo post-sísmico del gran terremoto de Valdivia de 1960”.

Otro de los aportes del CSN en este trabajo lo realizó Felipe Leyton, quien efectuó el modelamiento del terremoto principal que, mediante simplificaciones de la geometría del plano de falla, permite obtener información de la fuente usando registros de estaciones cercanas (menos de 500 km). Este modelamiento se realiza mediante una técnica cinemática, la cual considera la propagación de la ruptura sobre el plano de falla. Esto permitió conocer que el terremoto tuvo una ruptura del orden de 15 km.

Mientras que la inversión de los datos cosísmicos (GPS) y algunos cálculos para comparar los resultados de inversiones hechas por otros coautores con las observaciones geodésicas, que fueron de mucha utilidad para la discusión de este trabajo, estuvieron a cargo de Francisco del Campo, Geofísico de Innovación del CSN.

Figuras

Chiloe2016_Manuscript_1

Los contornos rojizos muestran la distribución del deslizamiento en metros estimado para el terremoto de 1960 en Valdivia [Moreno et al., 2009]. La estrella azul es el hipocentro del terremoto de Chiloé en 2016, determinado por Centro Sismológico Nacional (CSN). Los vectores negros muestran velocidades de GPS antes del terremoto de Maule 2010. El recuadro muestra la longitud de ruptura aproximada de los principales terremotos de los últimos años.

Chiloe2016_Manuscript_2

Posiciones diarias y modelo de trayectoria de las estaciones GPS. Las velocidades marcadas corresponden a estimaciones antes y después del terremoto del Maule de 2010. Los números rojos y negros son las velocidades antes y después del terremoto del Maule del 27 de febrero de 2010, respectivamente. Las estaciones ESQU, PM01 y CSTO muestran un cambio significativo en la tasa de movimiento en la zona Este después del terremoto de Maule. Los sitios MELK y GUAF muestran un pequeño cambio de velocidad. CSTO se compone de dos sitios GPS cercanos (CSTR que registró antes de 2010 y BN20 que registró después de 2010).

Chiloe2016_Manuscript_3

Grado de acoplamiento de la placa y campo de velocidad antes del terremoto de Maule 2010. Los vectores GPS han sido corregidos por la relajación viscoelástica después del terremoto de 1960. La estrella azul indica el epicentro del terremoto de Chiloé.

Chiloe2016_Manuscript_4

Registros de aceleración del sismo principal de 2016 en el sur de Chiloé y el desplazamiento estático co-sísmico de las estaciones GPS QLLN y RMBA. Los puntos de color corresponden a la sismicidad reportada por CSN desde 2010 hasta el 31 de enero de 2017, la estrella amarilla es la localización del sismo principal. Las réplicas se agrupan dentro de un círculo de ~ 25 km de radio en el extremo suroeste de la isla de Chiloé

 

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