EFEMÉRIDES SÍSMICAS: TERREMOTO DE ANTOFAGASTA DE 1995


A las 01:11 horas del 30 de julio de 1995 la región de Antofagasta y sus ciudades aledañas fueron despertadas por un gran remezón. El sismo de magnitud Mw 8.0, alcanzó una intensidad máxima grado VII en la escala de Mercalli.

“Fueron los tres minutos más largos que han vivido los antofagastinos. En medio del pánico y desesperación, cuando los relojes marcaban las 01:11 horas de la madrugada de ayer domingo comenzó a desencadenarse sobre esta parte del territorio nacional la furia de la naturaleza”, relataba el diario La Estrella del Norte en su edición al día siguiente de ocurrido el movimiento telúrico.

El terremoto de Antofagasta, ocurrido el 30 de julio de 1995, con hipocentro ubicado en el extremo sur de la península de Mejillones, a una profundidad de 47 kilómetros, fue producto de una ruptura que se extendió por más de 150 kilómetros hacia el sur, hasta aproximadamente Paposo, afectando gravemente a las localidades de Tocopilla, Taltal, Mejillones y Socaire, causando la muerte de tres personas y dejando un sinnúmero de personas damnificadas.

Según Klotz et al. (1999), basado en mediciones instrumentales de GPS, durante el terremoto la ciudad de Antofagasta se movió unos 0,8 metros hacia el oeste, no mostrando cambios significativos en la dirección vertical. Además, “se detectó un movimiento de 0,1 m a una distancia de 300 km de manera perpendicular a la fosa Perú-Chile. El mayor cambio de elevación, medido con GPS, afectó a la Península de Mejillones (0,28 m de levantamiento) y al área cercana a la falla de Atacama (0,23 m de subsidencia)”.

Aunque la magnitud fue Mw 8.0, los daños en Antofagasta se restringieron a un número limitado de lugares: “El terremoto activó la interfaz sísmica entre las placas de Nazca y Sudamericana bajo la Península de Mejillones en una distancia de 180 km hacia el sur” (Klotz, et al., 1999). Asimismo, se detectó el levantamiento de la costa en las zonas correspondientes a Caleta Coloso, Caleta El Cobre, Punta Tragagente, y en el sector exterior de Mejillones que presentó máximas elevaciones del orden de 80 cm, según señalan Ortlieb et al. (1996), basados en marcadores biológicos en la zona intermareal.

Sergio Barrientos, Director del CSN, menciona que “curiosamente este terremoto produjo relativamente poco daño en la ciudad de Antofagasta”. Lo anterior ocurre debido al tipo de suelo rocoso que caracteriza la zona, el que no propicia la amplificación de ondas sísmicas. “Se ha observado que la ciudad de Antofagasta tiene poco daño sísmico y se espera que siga teniendo ese comportamiento debido a que es un suelo bastante rígido y homogéneo caracterizado por tener una alta presencia de unidades rocosas que llegan hasta el borde con el mar, según explica Felipe Leyton, Doctor en Sismología del Centro Sismológico Nacional.

“Los suelos más bien rígidos no amplifican las ondas sísmicas, por lo que el daño es más bien escaso” al contrario de ciudades como Tocopilla y Mejillones donde se puede encontrar material más fino. “Mejillones tiene un estrato de suelo muy potente, solamente compuesto por arena, el cual amplifica fuertemente las señales sísmicas”, puntualiza el sismólogo.

(Fuente: USGS)

(Fuente: USGS)

 

El terremoto más estudiado

“El terremoto de Antofagasta de 1995 es uno de los terremotos de subducción del cual se tiene mayor cantidad y mejor calidad de información” indicaba el sismólogo francés Bertrand Delouis en 1997, en el marco del VIII Congreso Geológico Chileno, haciendo referencia a los datos obtenidos a partir del esfuerzo francés de establecer la primera Red Sismológica de Antofagasta. Instalada en 1991 por el equipo del Institut de Physique du Globe de Strasbourg, incluía el único acelerograma digital ubicado sobre roca, que logró cubrir gran parte de la zona de ruptura asociada con el sismo (Campos et al., 1997), además de contar con una red GPS.

Sergio Barrientos, indica que el sismo de 1995 “puede haber sido uno de los primeros terremotos grandes en el mundo, de seguro el primer terremoto en Chile que registró con dispositivos GPS el desplazamiento horizontal, el que presentó variaciones del orden de 1 metro”. Dos semanas después del evento el equipo francés volvió a medir parte de la red GPS. “Aquí utilizamos los resultados preliminares sobre desplazamientos geodésicos y registros telesísmicos de larga duración para inferir la localización, geometría y dinámica de la ruptura mediante un sencillo modelado” (Ruegg et al., 1996), obteniendo resultados similares a la otra red GPS dispuesta en el norte de nuestro país para la época.

Nos referimos a la red implementada a inicios de 1990 por el GeoForschungsZentrum Potsdam (GFZ Potsdam), en el contexto del Proyecto SAGA (Actividades Geodinámicas Sudamericanas), que también dispuso una red GPS alemana que contaba con 215 sitios, esto con el fin de “estudiar tanto el ciclo de carga sísmica entre placas como la distribución de la deformación interplaca de los Andes” (Klotz, et al., 1999). Entre 1993 y 1994 se observó la red GPS completa y posteriormente al terremoto de Antofagasta, alrededor de 70 sitios de la red fueron re-observados, en los meses de octubre y noviembre de 1995.

Esencialmente este terremoto proporcionó nueva y valiosa información sobre una zona que durante mucho tiempo incluso llegó a ser considerada asísmica. Así, previo a este terremoto no se contaba con información concluyente en cuanto a la ocurrencia de sismos de subducción de gran magnitud en la región al sur de Mejillones y norte de Taltal (Campos et al., 1997), siendo los dos penúltimos grandes terremotos adyacentes al área de estudio el de Arica de 1868 y el de Iquique de 1877 (Klotz et al., 1999).

 

Referencias

  • Barrientos, S.; Tanioka, Y. (1997) Levantamiento de la costa y tsunami asociados al terremoto de Antofagasta de julio de 1995.
  • Campos, J.; Ruegg, J. C.; Barrientos, S.; Kausel, E.; Delouis, B. (1997) Proceso de ruptura del terremoto del 30 de julio de 1995 en Antofagasta
  • Delouis, B; Monfret, T; Dorbath, L; Pardo, M; Rivera, L; Comte, D; Haessler, H; Caminade, JP; Ponce, L; Kausel; E; Cisternas, A. (1997). The M-w=8.0 Antofagasta (northern Chile) Earthquake of 30 July 1995: A precursor to the end of the large 1877 gap. Bull. Seism. Soc. Am. 87 (2): 427-445. ISSN: 0037-1106.
  • Klotz, J.; Angermann, G.; Michel, W.; Porth, R.; Reigber, C.; Reinking, J.; Viramonte, J.; Perdomo, V.; Rios, H.; Barrientos, S.; Barriga, R.; Cifuentes, O. (1999) GPS-derived deformation of the Central Andes including the 1995 Antofagasta Mw=8.0 Earthquake.
  • Ortlieb, L., S. Barrientos, J. C. Ruegg, N. Guzmán, and A. Lavenu (1995). Coseismic coastal uplift during the 1995 Antofagasta earthquake, in International Geologic Correlation Program Project 367: Late Quaternary Coastal Records of Rapid Change (Abstract), 2nd Annual Meeting, Antofagasta, Chile, 19-28 November 1995.
  • Ruegg, J. C.; Campo, J.; Armijo, R.; Barrientos, S.; Briole, P.; Thiele, R.; Arancibia, M.; Cañuta, J.; Duquesnoy, T.; Chang, M.; Lazo, D.; Lyon-Caen, H.;  Ortlieb, L.; Rossignol, J. C.; Serrurier, L. (1996) The Mw = 8.1 Antofagasta (North Chile) Earthquake of July 30, 1995: First results from teleseismic and geodetic data.